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Raging Intro

 Usted puede estar pensando: ¿Quién desearía la locura? Y al dudar estaría en el camino correcto sobre esto. Porque la respuesta real es "Nadie" o al menos "Nadie en su sano juicio" y si ese fuera el caso: ¡Esa persona ya tiene lo que quiere! ¿Por qué desearías más? ¿Codicia? ¿Algún hábito raro de acaparamiento? ¿Está aburrido? ¿Aun no escucha esa voz que le dice que coma helado de higo?
 Tal vez nunca lo sabremos. O tal vez tratar de ser lógico sobre los deseos de un loco es tan loco e ilógico como el deseo en cuestión. Después de todo, el acto de escribir es solamente eso: Estar un poco loco, pero no demasiado. Un escritor siempre está ahí, jugando en la línea delgada que define la realidad y la ficción, la cordura y la locura. Es su trabajo, jugar a ser dios y quien más podria hacer eso?
  Aquí puedes encontrar historias, cuentos y escritos raros, algunos serán normales, otros buenos, muchos malos, pero todo será eso, un poco loco, pero no demasiado. Simplemente no busques un héroe, ni villanos, solo personas que viven como quieren o pueden.Sea lo que sea, no importa, esto es solo una introducción a este casillero lleno de cuentos inacabados e historias extrañas. Ya sabes, lo de siempre.
 ¡Espero que puedas encontrar algo que te guste o al menos algo que no!

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Lobos / 02. Desobediencia.

El pasillo que seguía era largo, mucho más oscuro que la planta baja y estaba desierto, pocas puertas habían a los lados, dos a la izquierda, una tapiada a la derecha y al final una sola puerta de metal con un cartel que rezaba "Division Fenrir". El murmullo de la conversación al otro lado fue creciendo mientras se acercaba y al abrirla se transformo en las risas e insultos de tres hombres jugando a las cartas. Norte, Silencio y Trancos jugaban a las cartas sobre uno de los escritorios, naipes ingleses y dinero en el centro de la mesa, un termo, una bolsa de bollos dulces y una botella de vodka a un lado. Silencio parecía estar ganando, aunque los otros dos tenían sus dudas sobre como lo hacia, el viejo siberiano mantenía sus cartas cerca del cuerpo y su pequeña montaña de monedas igual de cerca. Lo recibieron levantando sus jarros de metal invitándolo a que se una a la mesa. Se negó a ser estafado con una sonrisa, tomo uno de los bollos y siguió caminando hacia su escrito

Vete a la mierda Matt

Mi vida son cosas que no puedo olvidar y cosas que no quiero recordar. Soy culpable de las malas y de las buenas Cada decision me abrio un tajo más Nunca supe querer, mucho menos odiar, Mi maximo dolor fue no aprender a llorar y cuando confese que me asustaba amar. Lo que escuche vete a la mierda, Matt. Como puedo saber que hacer con el amor Si fue la soledad la que me enseño A ser un idiota, caminando sin destino A marcar con sangre cada parada del camino Haz que cada tajo sea tu maestro Ama tu dolor, estaras más solo que el resto. Despertar es aceptar que nos vamos a herir Los desamores no te matan, enseñan a vivir. Y sangrando otra vez comence a renguear La meta era solo hasta donde pueda aguantar Avanzar hasta sangrar todo ese dolor O hasta encontrar algo me devuelva el color Si soy el imbecil que me orgullese ser Es gracias a la vida que me toco tener Y si al final estare solo en mi ataud Porque tengo que regalar mi gratitud? 

Entre una roca y algo muy duro.

 -Algún día, tal vez mañana- Días sucios y grises te van comiendo el mundo Frió inmundo que te empaña el alma La armada calma sera solo un sucio destino El peor desatino para un arma cargada Tu alma aterrada en un viejo laberinto Sin ahincó, sonrisas, lagrimas o deseos Se pregunta que tan feo puede ser estar perdido? Un rey caído en la peor desgracia Piensa si la eutanasia es un golpe de la suerte O peor seria que la muerte nunca te busque Tal vez se ofusque porque ya estas muerto Sera acaso cierto que aun deseas sentir O sera solo el decir de un viejo mentiroso Eres tan orgulloso de no aceptarte perdido O ya haz decidido que no tienes cura? Esperando desgracias futuras ríes con fuerza Aun cuando te retuerza el cuello un gigante Sonreirás triunfante porque ya no sientes nada Ni la magia de las hadas ni el toque de los santos Derritiran tu grueso manto de hielo Y ni el negro duelo ni la hermosa dicha Le meten fichas a tu corazón cansado Ese que bajo c